viernes, mayo 07, 2010

Un texto de Sergio Osses, un ex alumno


Sergio Osses, ex alumno en la Carrrera de Periodismo de la Universidad de Concepción, me remitió este texto desde Puerto Monnt, en donde se desempeña como editor periodístico en la Bio Bio local. Con su autorización lo publico ahora. Que lo disfruten. H Olea M

Por la cresta!!!!! fue lo primero que se me vino a la mente cuando la luz
se cortó y todo quedó obscuro como mina de carbón..Seguramente alguien
chocó con algún poste y me toca ir a cubrir el pastelazo, pero un minuto
después vino el ruido como un palo de agua, lento, extraño y las cosas se
movieron, la luna brillaba en la ventana y dejaba entrever la sombra de los
árboles meciéndose, no precisamente por el viento.

Me fui rápido a la puerta y mi temor se convirtió en pavor cuando abrí la
puerta y el auto se movía de lado a lado mientras los techos se arqueaban-
El Calbuco está con erupción- dije pensando en los pocos minutos que hay
para vestirse y comenzar a despachar- pero luego divisé hacía la cordillera
el negro horizonte, ya no había duda, las placas juguetonas pelearon, ahora
venía lo otro, bajar al plan y constatar que no había daños.

Me vestí como pude, saludé al vecino que, todavía durmiendo no sabía que
diablos pasaba, y partí en el auto mientras Puerto Montt se mantenía en la
penumbra, el teléfono sonaba y sonaba y la mujer que decía “Usted será
transferido a un buzón de mensajes” se ganó lo mejor del repertorio
garabatero, con la familia y los parientes asomando, negra noche, negras
ideas, gente en las calles asustada y vidrios en medio del camino, sin
duda- dije yo- Aquí estuvo el epicentro, qué ególatra...

Llegué a la Comandancia de Bomberos junto con el Gobernador, subimos, el
cuartel ya era centro de operaciones cuando vino la réplica, mientras
intentaba dar con una linea abierta en Conce, tamaño temblor había que
despacharlo, la voz de la “Flaca” Vejar me congeló el corazón, “Checho, en
Concepción fue terremoto, tenemos la mitad de la ciudad en el suelo,
Chechito, está la pura cagá en Conce”...Todavía se me humedecen los ojos
cuando lo recuerdo.

Mis padres, mi gente, mi vida, y los teléfonos muertos, ENTEL y la que
lo.......Don Francisco decía que CLARO está en todas partes, viejo de
mier....nada de nada, todos pensando en que ya pasaba la emergencia y yo
sabiendo que la mía comenzaba, había que abrir transmisiones y calmar a la
gente que clamaba por la Bio Bio, el show debe seguir pensaba y me fui al
edificio, serían las horas más terribles en toda mi vida, sentado en el
locutorio transmitía calma y pedía tranquilidad mientras Talcahuano se
derretía entre las olas y mi corazón agonizaba sin una palabra de mi gente.


Y así fue la cosa, pasaban las horas, amanecía en esta lluviosa ciudad, La
Radio volvía al aire y escuchábamos cada minuto lo peor de lo peor, Alto
del Río, la Plaza y la diosa Ceres, Vilugrón como siempre explicando con
esa calma que hasta es creíble, la Vicky, Marino, Don Piero- toda una
revelación- Mario Alejandro, todos, todos allá relatando la tragedia y yo
aquí, sentado frente al micrófono, oyendo como se desgarraba mi ciudad y
pensando que mis padres quizá ya no estaban...

Me fui a la casa, necesitaba ducharme, sacarme la madrugada y cambiarme
de ropa, como zombie miraba fijamente mi teléfono y nada, hablaba solo, con
Dios, con los Angeles y hasta con los perros, nada podía sacar de mi mente
la pena y el temor.

Medio día, el Intendente de la época, Sergio Galilea, citaba a conferencia
de prensa para anunciar la ayuda, y me preguntaba por mi gente, - No sé
nada Intendente- le dije conteniendo esas gotas que pesaban tanto en mis
ojos – Osses, me dijo, si necesita irse dígame no más, yo le busco un cupo
en algún vuelo de la FACH- un gesto que jamás se olvidará, así como el de
todos los que poco me conocían, de pronto termina la cita, bajo, llego al
auto y veo el teléfono que por razones obvias dejé en silencio....” 2
LLAMADAS PERDIDAS CASA”...sin pensar las devolví sin éxito hasta que sonó
nuevamente- “Hijo, estamos bien, se movió la casa, pero estamos bien- no
soy de los que creen que los hombres no pueden llorar, yo lo hice por casi
10 minutos.

Y así pasaron los días, oyendo cómo saqueaban, oyendo el lacrimógeno
mensaje de Marcelo Rivera, oyendo cómo se remecía la ciudad con cada
replica, y yo aquí, sin poder hacer nada, jamás dejaría La Radio para irme
a Conce, salvo que las cosas volvieran a su curso lo que recíen ocurrió el
miércoles, había llegado el momento de cobrar la palabra, necesitaba un
cupo para viajar y así fue, -Andate y ve a tu gente, es lo mejor que puedes
hacer- dijo Don Pablo el administrador de La Radio y de la nada estaba en
casa haciendo la mochila y cargándola de comestibles y agua, unos amigos de
verdad habían llevado algo antes a mi casa, ahora me tocaba y me fui al
Tepual, el “Chino” un control casi multifacetico me llevó, estaba a minutos
de subir al Hércules y Santiago Pablovic me aguó el completo y la bebida
que engullía...”Hay alarma de Tsunami”, por la cresta se suspende el vuelo
pensé al tiro.

Hablé con mi gente, todos bien, nada de arrancar, y ojalá se pueda volar,
cuando vi la mochila que era tragada por el gigante Hércules de la FACH me
dije “tamos daos”, de allí al abordaje y la hora y media de vuelo pasó casi
como un suspiro, a las 8 de la noche pisaba Carriel Sur, una ciudadela de
ayuda, cajas y militares, a esperar el salvoconducto, todos amigos de
todos, todos echándole pa delante, no importaba que se acabaran los papeles
para transitar, los propios efectivos de la Fuerza Area me llevaron al COT,
con mi permiso en la mano me bastaron las tres cuadras hasta la Radio para
entender que mi ciudad quedó herida grave, físicamente y en el alma.

Mi radio era una farmacia, las calles fuertemente resguardadas, las
escaleras hasta el tercer piso inagotables, el abrazo con mi gente lo más
lindo, el encuentro con los muros y las casas botadas, desgarrador, -cómo
mierda vamos a salir de todo esto- pensaba.

Me tomé los dos siguientes días para acompañar a mis padres, íbamos a
buscar agua a una vertiente cercana pues los móviles de ESSBIO quedaban
cortos, los acompañé a poner bencina luego de tres horas de cola, fui a
comprar al Bigger después de esperar otras dos, la ciudad despertaba tarde
por el toque de queda y sus habitantes asomaban a las calles timoratos y
caminando como almas en pena, sin rumbo.

Ya el sábado me reintegré a la pega, y tuve la oportunidad de recorrer la
ciudad, los edificios a mal traer, la impotencia de quienes perdieron todo,
la mal llamada “Zona cero”, pero también pude sentir ese despertar, las
ganas de salir del mal sueño, que cosa más rica sentir que nos levantamos
con el deseo de poder sacudirse el polvo telúrico de los 8,8 pese a que las
réplicas nos recordaban a cada rato que la tierra todavía se acomodaba.

Me quebré varias veces, en silencio, sin nadie a mi lado, me quebré por mi
gente, por la gente, por todo lo que vi, por todo lo que pude vivir, pero
cuando se acercaba la fecha de la vuelta, la tranquilidad ya me invadía,
las sonrisas asomaban...y así me vine...dejando en el terminal a mi
familia, a mis amigos y una parte de mi alma, fue un mes exacto de
vivencias tan intensamente lindas, de recordar calles, amigos y costumbres,
fue un mes de terremoto y de renacimientos, fue un mes de radio y de canal,
un mes guardando recuerdos, para toda la vida.

martes, septiembre 15, 2009

Telebasura


A la pregunta ¿tenemos la televisión que nos merecemos? después de la conferencia que dictó Alejandro Navas García, de la Universidad de Navarra, invitado por nuestra Carrera de Periodismo en la U de Concepción, habría que responder SI, con mayúsculas.

El académico planteó que la comunidad de telespectadores, tanto en Europa como en nuestro continente, debería ser quien solicite mejorar contenidos, pero inexplicablemente no lo hace y menos se organiza para conseguirlo. La indiferencia permite el desarrollo de la telebasura. Mencionó una paradoja. Cuando a un ciudadano se le consulta qué contenidos quisiera ver a diario, sin dudarlo plantea arte, cultura, música. A la hora de enfrentar la pantalla hogareña, sintoniza contenidos que están muy lejos de aquello. Olvida su discurso público e incluso incorpora a sus hijos a la telebasura, al eximirlos de control parental. Efectos, desde dormir a saltos hasta la obesidad.

Navas señala que un adolescente pasa más horas frente a la pantalla que en un aula de clases. Con el añadido de los videojuegos e Internet. Los contenidos de canales públicos y privados son mayoritariamente lo mismo, telebasura. Los privados no tienen posibilidad alguna de variar, es su negocio y ganan mucho dinero. Expresa cierta esperanza en la mejoría de contenidos de parte de los canales públicos, por preocupación gubernamental. Mas, cuenta que en España el gobierno de Rodríguez Zapatero, en 2004 se comprometió a una intervención urgente. Nada sucedió, se sospecha de una complicidad gobierno-canales, el primero para conseguir un buen trato y los segundos para continuar su negocio sin inconvenientes. Cuento de nunca acabar.

Se confía en que la televisión digital aminorará el problema. La diversidad de contenidos y la gran segmentación producirían un efecto saludable. En España experimentan hoy el apagón analógico ad portas la tv digital. En Chile restan algunos años. Mientras continuaremos con la cuota diaria de telebasura. Bueno, quienes disfrutan de ella. Reality y farándula en horarios prime.. ¿Quién pelea con quien y quién se acuesta con quien? , preguntas fundamentales tendrán respuestas concretas a vista y paciencia del telespectador interesado.

Cierro con una invitación a leer, conversar, escuchar radio, por último a mirar una pared y reflexionar. No estoy interesado en el paradero de alguna Elisa, ni menos en saber quién pelea con quien o quién se acuesta con quien.

lunes, febrero 02, 2009

Un cuento nuevo cada mañana

Durante el verano en desarrollo acampé junto a don Joaquín Edwards Bello. Falta que me hacía.
El próximo febrero se cumplirán 41 años de su muerte. Fue "por propia determinación", como escribiera Francisco Coloane. El periodista y escritor, nacido en 1887 en Valparaíso, víctima de una hemiplejia, vivió ocho años postrado. El 19 de febrero de 1968 se suicida.
Fue primero periodista, luego escritor. Tenía 14 años, funda su primera revista, "La Juventud". Luego "El Pololo". Desde 1919 trabaja en el diario La Nación. Escribe miles de artículos.
Edwards Bello fue un crítico incansable de las costumbres aristocráticas. Tenía 23 años cuando publica su primer libro, "El Inútil". Provoca tal escandalera que debe refugiarse en Brasil. Posteriormente escribe "Tres Meses en Rio de Janeiro", "El Roto", "El Chileno en Madrid " y su celebérrima novela "La Chica del Crillón", llevada al cine por Jorge Délano, Coke.
Recibie los premios nacionales de Literatura y de Periodismo. El primero en 1943, y el de Periodismo en 1959. Antes, en 1932, su novela "Valparaíso, Ciudad del Viento" le hizo merecedor del Premio Atenea otorgado por esta Universidad próxima a cumplir 90 años. Otras obras : "La Tragedia del Titanic", "Metamorfosis", "Criollos en París" y "En el Viejo Almendral".
Mi admiración por don Joaquín es más que nada al periodista. La justificó en dos afirmaciones suyas: "Periodista es el escritor que pone sus experiencias y conocimientos al servicio del público en notas del día o crónicas". "El público es como un niño irreflexivo y novedoso; no le importa quién es el encargado de divertirle y darle noticias. Se va con aquél que mejor cumple con su objetivo. El público es un niño que pide un cuento nuevo cada mañana. El destino del periodista y del escritor consiste en contar cuentos o dar noticias en estilo grato e impresionante".
Solicitaba escribir correctamente, sin exagerar. Relataba haber conocido a un fervoroso defensor del lenguaje que ordenaba reemplazar "juego al cacho" por "juego de cubilete"; utilizar la voz "emparedado" en vez de sandwich. En cierta ocasión dejó sin aliento al camarero de un restorán cuando pidió un "consumido de volátil", en vez de un consomé de ave.

Publicado en el Diario de Concepción el 28 de enero de 2009.

sábado, enero 03, 2009

Ebenezer Scrooge mi personaje navideño favorito

Ebenezer Scrooge es mi personaje navideño favorito, un malvado que la magia de la Navidad convierte en un hombre bueno. Scrooge, me suena Escruch, es el protagonista de la novela “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens, escrita en 1843.

El tal Escruch era un avaro con mayúsculas, aparte de misántropo y gruñón. Estaba en guerra con todas las personas que le rodeaban incluidos sus empleados. Vivía para lo que hoy sería su empresa, al parecer un banco. Dickens no lo aclara. Tampoco dice que haya sido un especulador.

¡Bah, tonterías! (Bah, humbug) era su réplica habitual a cualquier referencia a la Navidad y su significado. Nada de caritativo, sin la más mínima simpatía por los pobres y un abusador con sus empleados. Escruch administraba cosas y personas en beneficio propio.

Se disponía a pasar la Navidad solo, ¡bah, tonterías!, mas de la nada se le aparece un ex socio llamado Jacob Marley. Regresa del infierno, condenado por explotador, para advertirle que si no cambia pudiera también ir a parar allí. Enseguida Escruch recibe la sucesiva visita de tres seres fantasmales. Enumero: primero el Fantasma de las Navidades Pasadas, que le muestra cuanto sufrió en su niñez, cómo se convierte en un adulto trabajólico y el origen de su aversión a la Navidad; segundo, el Fantasma de las Navidades Presentes que le permite observar la felicidad que embarga a las familias pobres en el día de Navidad y tercero, el Fantasma de las Navidades Futuras que exhibe a Escruch su propia la tumba y le hace saber lo contenta que se ha puesto la gente con su reciente muerte…

Escruch despierta, es la mañana de Navidad. Sale a la calle transformado en el hombre más amable y generoso del mundo ante el asombro de todos los maltratados. Una buena historia para tiempos de crisis. Se me ha ocurrido que aún deben existir innumerables Escruch a la espera de una Navidad para ser también redimidos.


Publicado en el diario de Concepción, 24 de diciembre 2008

jueves, noviembre 20, 2008

Pingüinos alemanes contra la "miseria escolar".


La información “pasó piola”, expresión juvenil que, como se sabe, reemplaza a inadvertida. La leí en el portal de uno de nuestros diarios en Internet y decía que decenas de miles de colegiales de toda Alemania faltaron a clases para participar en una manifestación de protesta contra “la miseria escolar”. La convocatoria fue realizada sobre la base del eslogan “Derribemos el bloqueo de la enseñanza”. En total unos 30 mil escolares salieron a las calles de una treintena de ciudades, entre ellas Berlín, Hamburgo, Munich, Stuttgart y Kiel.
¿Los motivos de estos pingüinos alemanes? Protestar por aulas con demasiados alumnos, también por las ausencias prolongadas de profesores sin que se designen reemplazantes y, por último, el mal estado de las instalaciones escolares. ¿Quién lo hubiera creído?
El Sindicato de la Educación y la Ciencia, que es algo así como el Colegio de Profesores teutón, solidarizó con las reivindicaciones de los pingüinos y argumentó, en un comunicado, que tanto alumnos como maestros precisan de una adecuada calidad. Sus dirigentes solicitaron, además, que no se sancionara a los muchachos que faltaron a clases.
Yo, un inocente, hasta ahora creí que la única Educación con problemas de calidad era la nuestra; que el único país con pingüinos agresivos y vociferantes era éste; que gozábamos de la exclusividad en materia de colegios a punto venirse al suelo y de un largo etcétera de otras desgracias.
Fíjense que no, hay situaciones comparables y peores en países que en muchas ocasiones se nos presentan como modelos. Por supuesto que con ciertas diferencias que nos otorgan ventajas: la televisión, la prensa y los políticos alemanes no dieron patente de héroes a los dirigentes pingüinos. Aquí si, faltó un pelo para que se les incorporara al gobierno o para que ellos mismos dictaran las clases. Otro punto en contra de los germanos, no tuvieron una María Música. Están mal.

Publicado en El Diario de Concepción, 19 de noviembre 2008.

miércoles, octubre 08, 2008

Lectura en pantalla

Un suplicio mayor es leer en una pantalla. Soportable un repaso matinal de los diarios con los que, pese a algunas líneas editoriales, tengo cierto grado de amistad. Insoportable si se trata de leer un libro de 500 o más páginas. Tenía la peregrina idea de que el padecimiento era exclusivo de los adultos y que los jóvenes gozaban con la experiencia. La realidad parece ser otra.

No realicé una investigación cuantitativa para demostrar que tampoco a ellos les simpatiza leer en pantalla. No hubo necesidad. En el tradicional movimiento estudiantil que se escenifica cada año respaldado con un paro, el top one en el listado reivindicatorio era la exigencia de 400 becas de impresión y otras tantas de fotocopias, per cápita. Me dije, las muchachas y muchachos, al igual que nosotros, prefieren un documento, ergo la pantalla les plantea también dificultades.

Enfrascado en leer una novela en mi computador casero. Tiene 480 páginas. Me resulta tedioso. Para “tomarla” debo encender el artefacto, esperar tres o cuatro minutos hasta que un ding dong me dice que ya puedo ingresar al archivo correspondiente. En un costado de la pantalla cierto banner advierte que hay nuevas actualizaciones para mí. Un pitito anuncia que tengo 57 nuevos mensajes de correo…

Con la nariz arriscada, finalmente, leo. Una tecla mal presionada me traslada, sin solicitud previa, a la página 270. Regresar a la 35 una odisea mayor que la del protagonista de la novela.

Amo el libro de papel. Ese que puedo tocar, oler, subrayar, admirar, leer y releer en cualquier sitio. Con el que me arrellano en mi sillón. Intentarlo con el notebook resultaría más incómodo que la palabra incómodo.


Publicado en El Diario de Concepción, 8 de octubre 2008.

miércoles, octubre 01, 2008

Camisa Limpia


Cada viernes Francisco Maldonado da Silva, médico vecino de Concepción, abandonaba el villorrio, situado en ese entonces donde hoy Penco, para caminar hacia la desembocadura del Bio Bio. Corría el año 1625. Al brillar las primeras estrellas, Francisco vestido con una impecable camisa blanca, daba allí inicio, en solitario, a la celebración de una de las máximas expresiones de la fe judía, el sabatt.
Ocurrió así hasta que lo toman preso y se ordena su traslado a Lima. Permanece secuestrado casi trece años en las mazmorras de La Inquisición. Torturado no abjura de su fe y, finalmente, el 23 de enero de 1639 es quemado vivo en un concurrido Auto de Fe, junto a otros 11 judíos.
Dos libros relatan con detalle su vida y padecimientos. “La Gesta del Marrano” (1991), del argentino Marcos Aguinis, y “Camisa Limpia” (1989), del periodista Guillermo Blanco. Marrano era un grosero calificativo del populacho para judíos y musulmanes convertidos al catolicismo a quienes se suponía ligazón con su antigua fe.
Nacido en Tucumán, Argentina, Maldonado da Silva estudió en la Universidad de San Marcos, Lima. Para poner distancia del peligro ejerció primero en Santiago y luego en Concepción. La experiencia de su padre Diego Núñez da Silva, portugués, también víctima de los inquisidores, así lo aconsejaba.
Los libros de Aguinis y Blanco dan cuenta de la actitud de un hombre frente a la adversidad y constituyen un testimonio brutal del inextinguible combate por la libertad de conciencia y la tolerancia. El protagonista no solicita clemencia y dudas razonables sobre su fe las elimina circuncidándose con su propio escalpelo.
Hace unas semanas, en buena hora, el municipio de Hualpén realizó un recuerdo público de este hombre ejemplar en el mismo sitio al que, hace 383 años, concurría con su camisa limpia para celebrar el sabatt.

Publicado en El Diario de Concepción, 1 de octubre 2008

domingo, septiembre 07, 2008

Pequín 2008



“Admirable la admiración” de algunos respecto de los Juegos Olímpicos de Pequín. Se esmeraron majaderamente en hablar de Beijing y simultáneamente no dudaron en calificar el evento como el mejor en la historia del olimpismo..

Impresionantes ciertos récores. Mas, la ponderación, casi generalizada, tuvo que ver con el espectáculo. La televisión colaboró con algunos truquitos tecnológicos. El señor Xialong, uno de los encargados, confesó que muchos de los fuegos artificiales fueron sólo para la tele, el público del “Nido de Pájaro” ni pájara idea tuvo de ellos. La leyenda dice que un cocinero chino, hace 2000 años, mezcló carbón, ácido sulfúrico y nitrato en un tubo de bambú. Lo puso a las brasas. El estallido le provocó un susto oceánico que le impidió enterarse que había inventado los fuegos de artificio. Hace meses expertos en multimedia chinos los crearon exclusivos para la tevé.

Los chinos son históricamente adictos a lo espectacular. Sus ciudades en la antigüedad eran verdaderos templos. Recordemos sólo las recreaciones de Bertolucci en el “Ultimo Emperador”. También la ópera china y las representaciones juveniles con cantos, marchas y danzas de los años rebosantes de culto a la personalidad. Los desfiles militares. Todo perfecto sin una falla, casi con autómatas como protagonistas. Los juegos de Pequín dieron cuenta de tal adicción. Los chinos, dice Enrique Asín, aplican a todo lo que hacen un extraordinario nivel de control.

Salto y digo que los Juegos de Berlín, 1936, con Hitler como anfitrión y los de Moscú en 1980, demostraron una espectacularidad y perfección semejantes a Pequín. En ambos casos con una estricta vigilancia y control policial y evidentes connotaciones propagandísticas.

Asústame lo perfecto. Me quedó con ese tejedor persa que dejaba hilos sin rematar en sus alfombras, lo explicaba: sólo Dios es perfecto. No me impresionó la espectacularidad de Pequín 2008. Espero Londres y reivindicó los fuegos artificiales de verdad que en rigor sirven para espantar los malos espíritus, por si usted no lo sabía.


Hugo Olea M


Publicado en el Diario de Concepción, septiembre 3 2008,

domingo, agosto 31, 2008

Féisbuc


Féisbuc, del inglés Face Book, es una de las muchas herramientas que Internet ofrece a las personas para establecer y participar en redes. Adelantándome a la Real Academia castellanicé el nombre, espero que nadie me de un tirón de orejas.

Feis... está de última moda. Dejó en desuso fotologs y blogs. Por complicados los primeros y exigencia de mucho escribir los segundos. No había,además, comunicación de retorno tan inmediata. Hoy los jóvenes tienen escaso tiempo para escribir, menos para leer y quieren respuestas instantáneas. Feis... es ideal. No exige, además, gran esfuerzo, si tiempo.

Creado para los alumnos de Harvard, Feis... hogaño se ha democratizado, tanto que cualquier plebeyo puede ingresar. Se trata preferentemente de jóvenes, mas también alguna rara avis luce allí su perfil. Es mi caso. Muchos de los mensajes que recibo denotan sorpresa, ¿usted por aquí? ¡que gusto, profesor, de verlo incorporado al mundo virtual!. Casi misericordiosos. Luego de expresar un buen recuerdo, piden que me cuide. Habitualmente se trata de ex alumnos (as). Es raro ser un feisbusista cuando se está a un tris de someterse a los perjuicios de la jubilación.

A la fecha tengo 352 amigos.Uno de los de mayor edad es Salvador Schwartzman, periodista como yo y aún en la primera línea de fuego (...). No he descubierto el benjamín. No a todos les escribo. Tal un problema, viviría para Féis. Otra dificultad, impensable invitar a todos a mi cumpleaños. Tendría que pedir una asignación para tortas y gorritos, así como otros se la habían auto acordado para bencina.

Publicamos fotografías, videos y escribimos breves comentarios. Sabemos dónde está y qué hace Pedro, Juan y Diego. Respondemos quizzes para averiguar las más diversas cosas. ¿Qué libro eres? (yo, la Divina Comedia); ¿Qué tan pecador eres? ( descubrí que soy de tercera división no más); ¿Qué tan buen amante eres? (deseché el quizz ante el temor de un desastre). Una de mis estudiantes respondió al cuestionario ¿Qué profesor eres?. Sorpresa, le caí del ciberspacio incluida mi fotografía. Recién había reprobado una asignatura conmigo. Maldito féisbuc, conjeturo dijo.

Privilegio de “los ciudadanos de Féisbuc” es recomendar amigos, también rechazar a los propuestos como tales. Mantengo dos candidatas en el freezer. Políticos hay pocos, a los jóvenes feisbusistas, por lo que he podido leer, no les resultan especialmente simpáticos.

Féisbuc, del inglés Face Book, es una comunidad del ciberespacio a la que resulta fácil integrarse. En nuestro medio, estimo, no ha demostrado toda su potencialidad. Se impulsan las más diversas ideas y a rostro descubierto. Hay necesidad de más Los adultos en Féisbuc podemos entender de mejor manera a los jóvenes y ellos a nosotros. “Sois mis amigos” es una frase recurrente en los mensajes que allí circulan.

Publicado en el Diario de Concepción, julio 2008.

domingo, diciembre 09, 2007

Cambio de Casa I : alguna vez lucí uniforme de mariscal

Cuando cada quien se muda de casa descubre una cantidad de cosas, entre ellas fotografías, que se ocultaron de uno por muchos años. Es el caso de ésta en que asumo el rol del Mariscal Sir Douglas Heig, del Ejército inglés, en el ensayo de una obra de teatro antibelicista titulada "Sin Contestación", de unos autores franceses cuyos nombres ahora no recuerdo. La representamos exitosamente como Teatro Izpe de la Escuela de Periodismo, en el Primer Festival de Teatro Universitario a mediados de los años 60, organizado por el TUC. La dirigió el periodista y actor Gustavo Sáez, y nos asesoró el actor Roberto Navarrete.
Actuaron también Pedro Soto (en la fotografìa), Rosa Quinteros y Eduardo Molina. Con posterioridad montamos "El Paraíso Semiperdido", de Alejandro Sieveking. Hice el papel de Dios (...) Rosa fue Eva y Molina representó a Adán.
Con ambas obras más una de la Escuela de Educación titulada ¿ Qué significa Fileo ?, original de un muchacho que estudiaba Filosofía, Augusto Pescador, partimos en gira a Talca, en donde ni se imaginan la de aplausos que cosechamos. La protagonista era Lucía Domínguez, hoy profesora de la Facultad de Educación.

lunes, octubre 22, 2007

Los Ferrocarriles del Carbón



Sin duda este es el mejor trabajo documental hecho en la zona, en donde el género, por diversas causas, no ha tenido un gran desarrollo. Se trata de "Los Ferrocarriles del Carbón" producido por un equipo que lideró Manuel Gutiérrez Da Costa, periodista egresado de la Universidad de Concepción que ya como estudiante me sorprendió con algunos de sus trabajos realizados en la asignatura de televisión. En la producción misma estuvo Fabiola Jara, también periodista, y también una de nuestras alumnas en la Carrera de la Universidad de Concepción.
"Ferrocarriles del Carbón" que por estos días es exhibido en canales locales de la región, tiene muy buenas imágenes y, lo mejor, está basado en una rigurosa investigación periodística que permite dejar en claro aspectos desconocidos de nuestro patrimonio, en este caso el ferroviario de la cuenca carbonífera. Destacada participación tiene Ian Thompson, un inglés nacionalizado chileno, que ha dedicado su vida a investigar el desarrollo del ferrocarril en Chile y su impacto en el desarrollo nacional.
Merece un punto aparte la narración a cargo de Manuel Vieyra, un periodista y locutor venezolano, que habitualmente pone su voz a los documentales del Discovery Channel. Veyra y su narración otorgan autoridad y un brillo extraordinario al trabajo de Manuel Gutiérrez Da Costa y su equipo.

El clip que se muestra es la introducción al documental "Los Ferrocarriles del Carbón". Usted tiene que verlo. Ojalá lo encuentre en alguno de los canales que mira habitualmente. Yo espero que al menos sea en el Discovery o el National Geographic.

martes, octubre 02, 2007

En la casa de Prat












El curador del museo Casa de Prat, en la Hacienda San Agustín de Puñual,en Ninhue, me dijo que cada año contabilizaban, en promedio, casi 14 mil visitantes. En consecuencia mis nietos, Clemente y Salvador, y yo estamos entre los 14 mil cristianos que este año quisimos estar allí y estuvimos ahí. No se trata de un lugar al que, como a otros, se ingresa porque uno lo encuentra en el camino y cerca. A éste hay que, sencillamente, darse el trabajo de ir pues no está en las rutas habituales, sino lejos del mundanal ruído, en plena campiña, a vuelo de pájaro de Ninhue. Es otro de los museos que la Armada mantiene en el país.
Con ésta estuve ya tres veces en la Casa de Prat. La primera en 1976 el día de la inaguración en calidad de periodista de la Radio Universidad de Concepción cuando era importante. La segunda a comienzos de los años 80 con mis hijos (unos niños) y mi esposa, a bordo de un Fiat 600 y la tercera, la más graciosa y memorable, el 30 de septiembre pasado con mis nietos. El mayor había escuchado sobre la casa del héroe en su colegio capitalino y, lógico, quería conocerla
A Clemente le impresionó enormemente y tomó debida nota para relatar la experiencia a los niños de su curso. Salvador dedicó su tiempo a correr de aquí para allá y de allá para acá, aparte de gritar en la boca de una gran tinaja ubicada en el Patio de los Naranjos para poner oído al eco y aplaudirse.
Un sector del Patio de los Naranjos está inmortalizado en la cara posterior de los billetes de 10 mil pesos. Echenles una mirada antes de darlos como propina....

miércoles, septiembre 05, 2007

oleaonline


Administro tres blogs alojados en uno solo que se titula oleaonline.blogspot.com. En el interior de ése se encuentran “radiodelau” y ”molina”, ambos con el apellido blogspot.com. Ni les cuento sobre sus contenidos. Si les digo que me encuentro muy moderno, casi joven. Incluso he pensado en un piercing para uno de mis pabellones auditivos.
Ocúrreseme tan peregrina cosa después de haber escuchado al periodista norteamericano, David La Fontaine y también luego de haber tenido referencias de los dichos de Fernando Paulsen, en una clase que dictó en, perdonen, “mi Universidad”.
La Fontaine y Paulsen reiteraron algo que ya sabíamos. El futuro profesional periodista tendrá que ser absolutamente competente en el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación. Casi no se discute. Estimo que los muchachos que hoy están en vías de ser periodistas tienen mucho camino recorrido en ese aspecto.
Veo a diario que me superan largo, pese a que manejo correo electrónico, hago cálculos y gráficos en Excel, administro mis blogs, utilizo XP, subo videos a Youtube, corto y pego, utilizo las teclas a modo de comando, edito fotografías, produzco videoclips protagonizados por mis nietos, los fines de semana hago largos periplos en google earth recibo a diario treinta o cuarenta spams que mando a la papelera sin más. No quiero ser rico, no necesito tratamientos para que se me “enlarge” nada. Mucho menos adquirir un libro de autoayuda o solucionar con mi peculio los problemas financieros de una princesa africana en la inopia.
En suma, no soy un Negroponte, pero me manejo. Amigos de mi misma edad, o un poco menos, me miran rarísimo cuando relato acerca de las destrezas que he alcanzado.
Sin embargo, hoy para ser periodista se requiere mucho más que competencias tecnológicas. Nunca los periodistas dejarán de escribir y hablar, competencias mayores. Continuarán curioseando y afinando su capacidad de observar para ver lo que otros no. Buscarán contar siempre buenas historias. Hoy más que nunca interpretarán y explicarán al público la cambiante y compleja realidad de la globalización o relatarán la simpleza de lo hiperlocal. Todo esto último, incluidos los lineamientos deontológicos, cuesta más enseñarlo a los futuros periodistas, mucho más que el uso de la tecnología que es algo más simple.

Publicado en el Diario EL SUR de Concepción

martes, julio 03, 2007

Sociedad de Amigos del Micrófono de Concepción

















Intervención realizada en septiembre de 2006, durante el acto oficial de celebración de la Sociedad de Amigos del Micrófono, en la Municipalidad de Concepción. Dicho grupo lo integran hombres de radio de Concepción que trabajaron y trabajan en el medio radio local.


He titulado mi intervención CALAMO CURRENTE, utilizando una lengua para algunos muerta, el latín. Tal expresión podemos traducirla al español, y mi discurso queda con el título de AL CORRER DE LA PLUMA.

Hago presente ,además, que Héctor Alarcón al, prácticamente, ordenarme que abriera este acto de la Real Sociedad de Amigos del Micrófono, no vislumbró lo peligroso que ello pudiera ser. Ofrecerle la palabra a un hombre de 63 años de edad cumplidos y aparte de eso solicitarle que se refiera a la Radio, no es ninguna broma.
De tomarlo en serio mi intervención finalizaría después de medianoche, Héctor debería guardarse su propio discurso, nadie recibiría galardones y menos habría el ágape que se anuncia en el programa. Teniendo en cuenta tal razonamiento , a partir de ahora, levantar un monumento a la brevedad.

Hablé de la Real Sociedad de Amigos del Micrófono. No tiene que ver con ninguna monarquía pues soy un republicano convencido y practicante, pese a los escándalos que en ocasiones ocurren en las repúblicas.
Lo de Real Sociedad de Amigos del Micrófono es una idea mía, peregrina pero idea al fin. Bauticé así a este grupo de amigos, que aún no me ha admitido en su seno, dado que todos sus miembros fueron en su día, algunos lo continúan siendo, reyes del micrófono.

Algo ha cambiado como todos nosotros.

Ustedes los conocen, están aquí. Otros se fueron y no estoy seguro si algunos estaban en la nómina de la membresía. Recuerdo tres nombres, en el mismo orden en que salieron del escenario, Francisco Miguieles, Roberto Romero y Federico Ramírez. Fueron genuinos Reyes del micrófono como tantos otros cuyos nombres, y más que nada sus características voces, llevamos en el recuerdo todos quienes amamos la radio, no tanto la de hoy como la de antaño.
La radio ha cambiado como hemos cambiado todos nosotros. A algunos con la radio de hoy se sienten una pizca desencantados, quienes no conocieron la radio de antes, se sienten encantados con la radio de hoy. No se trata de un juego de palabras. Y si así lo interpretan, estaríamos frente a un juego de palabras que expresa una verdad, algo cierto.
A fines de los años 70 en Concepción no teníamos más de diez estaciones, las principales en AMPLITUD MODULADA. Hoy ¿quién sabe cuántas radios transmiten en la intercomuna? ¿quién sabe cuántas son de Concepción, realmente? ¿cuántas tienen sus estudios instalados en Concepción? ¿cuántas tienen locutores? ¿cuántas de amplitud modulada nos van quedando? ¿funciona alguna de onda corta? ¿cuántas tienen computadores que reemplazan a los radiocontroles? ¿cuántas de minimacobertura transmiten? ¿cuál es la frecuencia de la Bésame? ¿hay una radio que se llama Bésame?. Para dar respuesta a todas esas preguntas Héctor Alarcón dirige un seminario en la Universidad.
Hace 30 años no había necesidad de tal maniobra. Cada auditor contaba con toda la información sin necesidad de seminario o tener que programar automáticamente las estaciones en el receptor digital hogareño o del automóvil. Sabía exactamente quienes eran los locutores que le informaban o entretenían, eran como de la familia.
Entonces, estaremos de acuerdo en que la radio ha cambiado.

Las radios no dejan escuchar radio.

Hoy las radios no dejan escuchar las radios, fenómeno muy parecido al de los árboles que de pronto no dejan ver el bosque. Hoy las radios privilegian entretener al auditor, contribuir a su esparcimiento. De las más de mil radioemisoras que hay en el país, 99 por ciento de frecuencia modulada, las que informan son las menos. Hay algunas que informan cuando tiembla fuerte sólo en las cercanías. La razón, existe una saturación informativa, para qué informar si otros lo hacen antes y mejor. No ha sido entendido el fenómeno de la glocalización, que se expresa una simpleza “lo que ocurre aquí también es importante y en ocasiones tremendamente más importante porque me afecta directamente”. Hará falta que muchas estaciones entiendan que deben identificarse con la gente humana como ironizaba un gran amigo, se olviden de las planificaciones de quienes ven clientes y no auditores, de quienes hacen programas para segmentos socioeconómicos y no para contribuir a a la educación de la gente, y no para motivarla solamente para consumir leche o cerveza o a comprar cera para pisos o bien salsa de tomates. Hace falta en la Radio de hoy pensar en las personas, en lo mejor de ellas, la capacidad de retener los mensajes de las radios. Hoy la radio es un buen o mal negocio, una cosa muy rara. Para algunos se hace muy difícil distinguir el punto de equilibrio entre negocio y medio de comunicación. Es que es difícil, que quieren que les diga.

Una dósis de fantasía.

Al final fantasía pura. Una vuelta al pasado de la radio local en que quizá no había los problemas que he enunciado sin ofrecer solución. Bueno, la solución está, es cuestión que votemos aquí a mano alzada terminar con la economía de mercado. Tiene un inconveniente, cuando salgamos de aquí, o mañana por la mañana, pese a nuestro acuerdo, el mercado estará allí en pleno funcionamiento.
Ante la imposibilidad de terminar con el mercado, me contento con recordar la radio de antaño: espigo de manera aleatoria nombres y situaciones: la Simón Bolívar, Araucanía y El Sur con sus espectáculos de auditorio. Los mismos artistas de Santiago, más algunos locales que van posteriormente al público nacional e internacional.
Anatole Figueras, seudónimo de Anatolio Figueroa, descubridor de talentos en” El Cantor de los Barrios”. Enrique Arjona y su “Noche es Joven”; “El Gran Teatro en su Hogar”, de la Radio Universidad que en las noches de domingo era lo que hoy son los estelares de la TV. “El Mirón de la Calle”, de Araucanía con la Cabalgata de las Walkirias como característica. Mario Chandía animaba en la Simón Bolívar por las mañanas un programa musical y de servicios antecesor de todos los matinales que transmite hoy la televisión local. Ya por esa época estaba en aire Panorama Informativo de la Radio Universidad, con las voces de Fernando Alvarez, Sergio Castillo y Max Wenger Hacía historia, igualmente, Ráfagas, en la Bolívar. Si Ráfagas no lo decía nadie lo decía. “ Santiago llama a Carmencita”, Andrés Rojas Murphy, desde Santiago contaba lo que acontecía en la capital del reino.

Personajes: los Hermanos Jaén, dueños de la Bolívar. Antonio y Ulpiano. “Aquí el único subgerente soy yo”, retrucó el último a Francisco Miguieles, cuando éste tuvo la intención de hacerle una sugerencia. El mismo Francisco Miguieles relataba que en cierta oportunidad vinieron Silvia Infantas y los Baqueanos para actuar en la Radio Simón Bolívar. La orden fue “uzté Miguieles presente a los Baquedanos”. Don Antonio, si son los Baqueanos, corrigió Miguieles. No sea uzté ignorante, se trata de los Baquedanos, hombre. Por supuesto Francisco no siguió las instrucciones del dueño de la Radio.
Manuel Fonseca, el primero en utilizar en el centro penquista unos exclusivos zapatos de gamuza. Tal exclusividad lo persiguió toda su vida como hombre de radio. También cuando se lo recuerda.
Fue una época de gloria, pero más que eso fue una época de buena gente, con esto no quiero decir que la gente de radio de hoy sea mala. Es tan buena o mejor que la de antaño, pero para hacer buena radio hoy tiene que mirar necesariamente al pasado.

Muchas gracias.

sábado, junio 02, 2007

Sesenta y seis líneas



Mis queridas y queridos compañeros periodistas que hoy se titulan. Les ruego soportarme sesenta y seis líneas escritas a la distancia y al correr de la pluma.

Primero, gracias por el honor que me dispensaron al elegirme, en principio, como el docente que los despidiera en ocasión tan solemne. No pudo ser y lo siento, pero la elección, de verdad, me emocionó y la guardo ya entre mis mejores recuerdos.

Segundo, les escribo ahora desde la razón, la que casi siempre presidió mi actuar frente a ustedes. Parapetado en ella les pido ahora que manifiesten por siempre respeto y cariño de por vida por esta Universidad. Por los valores y competencias que esta madre nutricia con sus acotados recursos les ha entregado. No la olviden jamás y mucho menos olviden algo que se ha hecho recurrente en todos los discursos que en ocasiones como ésta he pronunciado en los últimos cuatro años. Son ustedes, como yo, y muchos de nosotros, productos de una Universidad laica, pluralista y democrática. Honremos ese origen que no es común.

No olviden a quienes les enseñaron, no habrá mejor tributo que ése para ellos. Para mis queridos compañeros Oblitas, Parra, Carmen Gloria Donoso, Juan Costa, mi casi hermano HéctorAlarcón que me cobijara en la oficina dos, para Carlos Oliva, para Tito Matamala, Alonso Benavides, Claudia Mellado, Andrés Latini, y para la jovencísima Jefe de Carrera Tabita Moreno. Como todos los jóvenes ustedes también comenzaron no creyéndoles. Hoy, cuando se marchan las perspectivas son otras y muy distintas.

Escribo ahora desde la emoción. No olviden que son periodistas y que de periodismo saben ustedes más que cualquier otro profesional. Que la palabrería, que teorías antojadizas, que intentos manipuladores jamás les hagan dudar de lo que saben hoy y de lo que aprenderán en el futuro sobre la profesión de periodista. Apéguense a su deontología tan bien expresada en el Código de Etica del Colegio. Lean y mediten de vez en cuando sobre el articulado de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por todos los medios intenten decir siempre lo que piensan. La gente, la sociedad, el mejorarla, es una de nuestras fundamentales tareas. Funden sus propios medios pese a las dificultades. Salgan cada mañana a cambiar el mundo,como nos dijo alguna vez Alfredo Pacheco, premio nacional de Periodismo y director de nuestra escuela. Verán que al final de sus vidas laborales algo habrá cambiado.

Les recuerdo que el sistema democrático, con toda su problemática, es el único que asegura el futuro de todos.Vigilar como funciona, es una de nuestras tareas en este mundo un tanto confuso.

Finalmente, les deseo, donde quiera que vayan, una vida próspera,éxitosa. Sublímenla estableciendo una familia, los hijos los proyectaran a lugares inimaginables. Sólo de esa manera llegarán a ser mujeres y hombres integrales.

Termino con una breve cita del escritor griego Nikos Kasanzatkis. Para conseguir lo que cada hombre desea hará siempre falta una pizca de locura ( Anita Valdés posiblemente la llamaría creatividad), y también se requiere de un poquito de suerte.

Que todos ustedes, mis queridos compañeros y compañeras periodistas, las tengan. ¡Qué así sea!.

Hugo Olea M

jueves, marzo 15, 2007

Periodismo U. de Concepción, Documental EMELCO 1956 parte 2

Esta es la segunda parte del documental que la empresa EMELCO realizó por encargo de la Universidad de Concepción en 1956. Fue exhibido en todos los cines del país entre ellos el Teatro Municipal de Molina en donde lo vi por primera vez siendo un adolescente.
Es un muy buen documento que hemos puesto en YOUTUBE como una manera de difundirlo. Hay gente muy conocida aún vigente, entre ella Delfina Guzmán.

Periodismo U. de Concepción, Documental EMELCO 1956 parte 1

Esta es la primera parte del documental que la empresa EMELCO realizó por encargo de la Universidad de Concepción en 1956. Fue exhibido en todos los cines del país entre ellos el Teatro Municipal de Molina en donde lo vi por primera vez siendo un adolescente. En los años 80 desempeñándome como Jefe de la Oficina de Comunicaciones de la Rectoría, el secretario general de la Universidad, don Gustavo Villagrán Cabrera, me alertó sobre la existencia de copias del documental en el Teatro Concepción. En la cabina de proyección Lucho Saldaña, me ayudó a encontrar dos copias, una en muy mal estado. La mejor la exhibimos en el Teatro durante las funciones del mes de mayo de 1983, como homenaje al mes aniversario de la U. De la otra saqué algunos fotogramas entre ellos dos de Enrique Molina que han sido muy utilizados en publicaciones universitarias. Años más tarde por iniciativa del periodista Ruy Sáez el filme fue llevado a Santiago y traspasado a VHS. Ruy aparece tripulando un bote que llega a una caleta con unos baúles con libros.
Sólo en 2004 digitalizamos el docuimental en los Laboratorios de TV de la Carrera de Periodismo, con el trabajo de Jana Etcheberry.
Es un muy buen documento que hemos puesto en YOUTUBE como una manera de difundirlo. Hay gente muy conocida aún vigente, entre ella Delfina Guzmán.

lunes, marzo 12, 2007

Lutero


Desapareció de la agenda de los medios de comunicación penquistas el anuncio de acciones legales de una agrupación evangélica destinadas a impedir la exhibición del documental “La Tumba Perdida de Cristo”, anunciada por el “Discovery Channel” para el 18 de marzo.
Mejor así. Se contraponía contra algo que es fundamental, la libertad de expresión. Por otra parte, suponer a la televisión las capacidades de blasfemar y de ser capaz simultáneamente de socavar la fe religiosa, es presumir un efecto muy profundo y perverso de sus mensajes.
Proyectar la misma suposición a otros medios nos pudiera adentrar en un camino de integrismo que en las sociedades siempre se torna peligroso. Recordemos lo referido a las caricaturas de Mahoma en Europa.
Nadie lo quiere, aun cuando en nuestro país hemos dado algunos pasos en falso, luego rectificados.

Caso: la censura que alguna vez afectó al filme “La última tentación de Cristo”, de Martin Scorsese, hoy exhibido sin dificultades, incluso en televisión abierta.
Mas no es “La tumba perdida de Cristo” el motivo central de este texto. Sólo digo que el día del estreno me sumaré a los millones de telespectadores que la verán.
¿Qué me preocupa? Que otras producciones conectadas al ámbito histórico-religioso aún no las podamos ver pese a estar en circulación hace varios años.
Un caso concreto la película “Lutero”, de 2003, dirigida por Eric Till. Relata la gesta del clérigo católico impulsor de la Reforma Protestante, iniciada a comienzos del siglo XVI.
El filme, protagonizado por Joseph Fiennes, Peter Ustinov Bruno Ganz y Alfred Molina, relata la vida de quien ha sido calificado como un revolucionario religioso con notable impacto en el mundo occidental. Enfatiza la difícil lucha del personaje por sus creencias.
La película, de producción alemana, ha contado con más de 20 millones de euros para recrear la Europa del siglo XVI.
Cuando las cadenas de cines o algún canal de televisión la programen, al igual que ocurrirá en fecha próxima con “La tumba perdida de Cristo”, me sumaré también a los espectadores que la verán.
Espero que a nadie se le ocurra iniciar acciones legales para impedir su exhibición.

Hugo Olea M.

Publicado página editorial Diario El Sur,12 de marzo 2007

miércoles, marzo 07, 2007

Periodismo U. de Concepción, Radio Universidad


Este trabajo fue hecho en 1983 por alumnos de un curso de televisión realizado por el Departamento de Televisión Educativa, que finalmente llegó a ser TVU. Los miembros del equipo eran todos profesores del sistema comunal de educación. La idea fue mía, hasta el año anterior había sido Jefe de Prensa de la Radio antes de pasar a la Dirección de Extensión. Ni se imaginan cuanto me costó convencer a mis compañeros y compañeras. Algunas de las imágenes "naquever" fueron impuestas por uno de los miembros del equipo que puso a su abuelita a y una tía entre los protagonistas.
Lo bueno, este simple trabajo, al cabo de 24 años se transforma en un documento. El único que queda de la Radio Universidad de esa época.

Hugo Olea