lunes, febrero 02, 2009

Un cuento nuevo cada mañana

Durante el verano en desarrollo acampé junto a don Joaquín Edwards Bello. Falta que me hacía.
El próximo febrero se cumplirán 41 años de su muerte. Fue "por propia determinación", como escribiera Francisco Coloane. El periodista y escritor, nacido en 1887 en Valparaíso, víctima de una hemiplejia, vivió ocho años postrado. El 19 de febrero de 1968 se suicida.
Fue primero periodista, luego escritor. Tenía 14 años, funda su primera revista, "La Juventud". Luego "El Pololo". Desde 1919 trabaja en el diario La Nación. Escribe miles de artículos.
Edwards Bello fue un crítico incansable de las costumbres aristocráticas. Tenía 23 años cuando publica su primer libro, "El Inútil". Provoca tal escandalera que debe refugiarse en Brasil. Posteriormente escribe "Tres Meses en Rio de Janeiro", "El Roto", "El Chileno en Madrid " y su celebérrima novela "La Chica del Crillón", llevada al cine por Jorge Délano, Coke.
Recibie los premios nacionales de Literatura y de Periodismo. El primero en 1943, y el de Periodismo en 1959. Antes, en 1932, su novela "Valparaíso, Ciudad del Viento" le hizo merecedor del Premio Atenea otorgado por esta Universidad próxima a cumplir 90 años. Otras obras : "La Tragedia del Titanic", "Metamorfosis", "Criollos en París" y "En el Viejo Almendral".
Mi admiración por don Joaquín es más que nada al periodista. La justificó en dos afirmaciones suyas: "Periodista es el escritor que pone sus experiencias y conocimientos al servicio del público en notas del día o crónicas". "El público es como un niño irreflexivo y novedoso; no le importa quién es el encargado de divertirle y darle noticias. Se va con aquél que mejor cumple con su objetivo. El público es un niño que pide un cuento nuevo cada mañana. El destino del periodista y del escritor consiste en contar cuentos o dar noticias en estilo grato e impresionante".
Solicitaba escribir correctamente, sin exagerar. Relataba haber conocido a un fervoroso defensor del lenguaje que ordenaba reemplazar "juego al cacho" por "juego de cubilete"; utilizar la voz "emparedado" en vez de sandwich. En cierta ocasión dejó sin aliento al camarero de un restorán cuando pidió un "consumido de volátil", en vez de un consomé de ave.

Publicado en el Diario de Concepción el 28 de enero de 2009.

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