Ganamos en glamour pero no en goles

Primera vez que maldirijo un equipo de fùtbol femenino y todavía en desventaja numérica. Ocho contra seis. Ahora,“mis muchachas” contaban con un extraordinario punto a favor: su belleza. Si hubiese sido por glamour habríamos ganado por glamureada, pero el asunto era con goles. Nos encajaron 5.
Las “Olea Girls” llegaron dos o tres veces al arco contrario pero jugando no a los pelotazos como habitualmente lo hace la Chile, la Católica y esos equipos chicos. Jugaron como lo hace el Conce pero con menos suerte que los morados.
Mi debut como estratego me sirvió para descubrir que las mujeres saben utilizar un estupendo lenguaje coprolálico. De salón, por decir lo menos fue la académica expresión de Natalia Esbry cuando fue violentamente fouleada por no me acuerdo quien del team contrario. Allí mismo tuve la idea de trocar el nombre del equipo por “The holy mouths” (...).
El otro equipo, dirigido por el profesor Alarcón tiene algunos buenos elementos que me permito mostrar, pero nunca tan glamorosos como mis dirigidas. Para muestra una serie de fotografías. No van a reconocer a las protagonistas, mérito del fotógrafo...